Y es verdad… las buenas amistades persisten… pese a la distancia, el tiempo o los idiomas. Allá por finales de los 90 nos conocimos mientras yo trataba de estudiar biología y mi amigo trataba de enseñarnos algo de microbiología… Después de compartir una tesis y un postdoc el destino nos separó… y resulta que más de 10 años después y a más de 6000 km de distancia de nuestro común hogar, seguimos compartiendo cervezas unas cuantas veces al año… quién lo iba a decir!!!! Prepárate que la próxima es pronto y en Bozeman!!! Un abrazo colega!!!!
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