Esta era una de las cosas que más echaba de menos cuando estaba en NY... una cena con los colegas de toda la vida... así de simple... así de sencillo... juntarnos en torno a una mesa, con un buen vino a disfrutar de la deliciosa gastronomía foral y de una conversación afable... arreglamos el mundo y nos quedamos agusto... habrá que repetir...
PD: no sabemos si Juanjo había sido abducido o estaba entre nosotros...