Hay días en los que los problemas parecen más pequeños, en donde las soluciones parecen más accesibles. Días en los que levantarse de la cama no es un suplicio mañanero, donde las sonrisas se dibujan fácilmente en el rostro de las personas. Días donde el optimismo vence al pesimismo, donde las cosas grises son más blancas que negras. Días donde la satisfacción por conseguir un reto gana frente al esfuerzo que supone hacerlo. Y el caso es que ayer, no solamente yo me levante con ese feeling, creo que mucha gente de la vieja Iruña tuvo esa sensación…. por nuestras mentes pulularon esas imágenes del recuerdo en el que los rojos hacían grande a una pequeña ciudad ganando al At. Madrid y consiguiendo un billete para la final de la copa del rey allá por el año 2005. La gente sentía que ayer se podía dar un pequeño pasito mas para repetir aquella gesta… la ciudad transmitía ilusión… la gente estaba convencida… una vez más la afición rojilla ponía todo de su parte para apoyar a un equipo al que nunca deja de lado… todo eso hasta que los rojos se empeñaron en demostrar que no importa lo que una ciudad piense, lo que una afición quiera… ellos no quisieron, ellos tuvieron ganas, o si las tuvieron se las olvidaron bien escondidas en el vestuario puesto que ni el paso por el mismo a mitad del partido les hizo salir con dos cojones…Ayer los rojos jugaron, pero no a futbol, jugaron con la ilusión de mucha gente, de niños y de mayores que son los primeros en apoyar incondicionalmente y los últimos en rendirse. Gente que emplea sus ahorros en asistir día tras día al Sadar y gente que aun en la distancia saca su tiempo para ponerse delante de una TV o un ordenador para transmitir su apoyo. Ayer los rojos dieron vergüenza y yo me sentí maltratado, por eso desde aquí, aunque ninguno de los responsables lo lea, expongo mi queja…
